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Cuando Eva no sabe que contestar, oportunamente aparece Adriano y las interrumpe, le pregunta a Eva por qué no llegó a trabajar en toda la mañana, y ella contesta muy naturalmente que porque fue a acompañar a su amiga Eugenia a una audición. Helena se alerta, Eva se percata de eso y se da cuenta de que la volvió a regar.
Eva indaga para ver si Adriano estaba enterado de la otra familia de Modesto, y si ese era el caso, por qué nunca le dijo nada a Juan Carlos.
Helena revisa nuevamente los papeles del fraude, pero en ese momento entra Plutarco y se da cuenta de que está viendo el archivo del fraude. Plutarco, molesto, le reclama a Helena por qué los está revisando y qué trata de buscar realmente en esos papeles, si ella sabe perfectamente que Juan Carlos es culpable.
Juan Carlos le pide a Mimí que le ayude a idear algo para que Helena vuelva a confiar en Eva.
Helena le aclara a Plutarco que está revisando el caso, por lo que ocurrió recientemente con Fernando, pero Plutarco, ya fastidiado le cuestiona que si está haciendo eso, es porque sospecha de alguien, la enfrenta y le pregunta que si está sospechando de él. Helena le aclara a Plutarco que no desconfía de él ni de nadie, que sólo quiere aclarar todo, pero Plutarco le sigue reclamando que está obsesionada por Juan Carlos. Helena trata de convencerlo de que no es así.
Más tarde, Helena va a la pensión decidida a buscar pruebas en el cuarto de Eva.
Plutarco le pide a Rebeca que hable muy bien de él frente a Helena, para que ella vuelva a confiar. Rebeca ríe triunfante, diciendo que el propósito del fraude de Fernando se está cumpliendo, porque Helena ya está desconfiando de Plutarco.
Helena le exige a Mimí que la deje entrar al cuarto de Eva, porque está segura de que ahí esconde algo muy grave. Mimí defiende la inocencia de Eva y le habla para que venga inmediatamente a la pensión. Eva llega a la pensión y trata de defenderse ante Helena, pero queda acorralada y no sabe qué contestar cuando Helena le dice que sabe que Maximiliano Montes fue quien atestiguó en contra de Juan Carlos y que alguien abrió una cuenta a nombre de Eugenia, y ahora resulta que ella es muy amiga de Eugenia. Para suerte de Eva, sorpresivamente llega Eugenia en ese momento, y le dice a Helena que ella le puede explicar todo.
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