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quarta-feira, 22 de agosto de 2012

Entre Carlos Fuentes y un hombre vestido de mujer @jaimecamil


EL POZO DE LOS DESEOS REPRIMIDOSÁlvaro Cueva

A todos nos agarró por sorpresa la muerte de Carlos Fuentes menos a Conaculta Canal 22.
Sí, varias señales interrumpieron su programación para dar la noticia y otras aprovecharon para repetir entrevistas, documentales y programas de archivo.
Pero la señal que verdaderamente se entregó a la nota fue la de Canal 22.
El martes, desde las 16:00, sus cabezas dejaron de transmitir lo que normalmente transmiten y nos regalaron más de cuatro horas de noticias, entrevistas y enlaces.
Pero no sólo eso, fueron más de cuatro horas de noticias muy bien dadas, de entrevistas extraordinarias y de enlaces excelentes.
Quién sabe cómo le hizo la gente del departamento de noticias de Canal 22, pero en cuestión de minutos y bajo una serie de presiones monstruosas, consiguieron unas imágenes de antología, como las de las fiestas de Carlos Fuentes en los años 60, y llevaron a sus estudios a los especialistas más entrañables en la vida y obra de este gran escritor.
Ver a Emmanuel Carballo hablando de Fuentes fue toda una experiencia, y qué decir de las revelaciones que Gustavo García contó sobre don Carlos y el cine, de los análisis de Julio Patán y Fabricio Mejía o de los comentarios de Xavier Velasco.
Todo mi respeto y admiración para Conaculta Canal 22. Qué gusto contar con una señal verdaderamente comprometida con la cultura y dispuesta a reaccionar ante las más terribles emergencias como la que México vivió la tarde del martes.
Y es que, a lo mejor usted, con tantos estímulos en pantalla, no lo alcanza a apreciar, pero el 22 no es Televisa, no es Azteca, no tiene ni los grandes presupuestos ni los grandes recursos técnicos para moverse como si fuera un sistema noticioso.
Pero a pesar de eso, su gente lo hizo como el mejor de los equipos televisivos de este país. Para que vea que no es una cuestión ni de dinero ni de efectos especiales, es de disposición, de ganas de hacer bien las cosas.
Por si esto no fuera suficiente como para reconocer la cobertura especial que el canal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes hizo de la muerte de Carlos Fuentes, ayer, desde las 10:00 horas, se volvieron a entregar a esta noticia con ese mismo entusiasmo, con esa misma energía.
Señores de Canal 22: ¡Gracias por hacer su trabajo! ¡Gracias por hacerlo bien! Queridos televidentes de las señales culturales: ¡Felicidades! Siéntanse tranquilos. Cuentan con Conaculta Canal 22. ¡Qué orgullo!
DE POLÍTICO A POLÍTICO
No es lo mismo escuchar a un periodista hablando con un político que escuchar a un político hablándole a otro político, de igual a igual.
Por eso, en esta temporada electoral, vale la pena echarle un ojo a En la mira del canal Larsavisión, disponible en todo el país a través de diferentes sistemas de televisión de paga.
Como usted sabe, En la mira es el programa de entrevistas y análisis político de Rosario Robles y, desde que comenzó me tiene fascinado porque jamás me imaginé que doña Rosario fuera tan buena entrevistadora.
Estaba acostumbrado a verla como colaboradora en aquellas famosas mesas de mujeres de Marisa Iglesias en Milenio Televisión o al lado de figuras como Tere Vale en Mujeres en El Risco.
Pero acá, en su propio espacio, la señora está como pez en el agua y las cosas que está presentando en este momento sí valen la pena que usted las observe.
Primero, porque En la mira ya llegó a un punto bastante sabroso desde la perspectiva de la producción.
Y, segundo, porque doña Rosario no sólo viene del mundo de la política, viene de la política de izquierda y lo que ella pregunta no es lo que normalmente se pregunta en la televisión mexicana.
JAIME CAMIL
Yo sé que las telenovelas están de capa caída en términos periodísticos pero eso no significa que se estén dejando de ver.
La que está pasando en Por ella soy… Eva de El Canal de las Estrellas es más importante de lo que parece porque, por un lado, se está hablando de temas que, desde hace un buen rato, no se hablaban en televisión abierta nacional, como el condón.
Y por la actuación de Jaime Camil. Obvio, lo que más llama la atención cuando uno lo mira es su caracterización de mujer porque está muy bien hecha.
Pero a mí lo que me tiene angustiado no es eso sino todo lo que esto implica para Jaime en términos emocionales porque no es lo mismo caracterizarse que trabajar con tantos sentimientos, tan pesados, durante tantas horas.
No me quiero ni imaginar el grado de agotamiento emocional que el señor debe de tener y que, por supuesto, no se nota ni tantito a la hora de que uno observa sus escenas por televisión.
Podemos decir muchas cosas o muy profundas o muy superficiales alrededor de Por ella soy… Eva pero de que aquí se está haciendo algo diferente, sin abandonar el tono popular, se está haciendo. ¿A poco no?
Y felicidades a Jaime. Eso es trabajar, no tonterías.
Fuente : www.milenio.com

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