Diez kilos de silicón (senos, glúteos y caderas), dos horas de maquillaje, fajas, ropa y tacones necesita el actor para transformarse en Eva
Eva Díaz Moreno y Salvador Franco Reyes
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de marzo.- Cada día Jaime Camil se enfrenta a una aventura al darle vida a Eva, personaje femenino que por primera vez apareció la noche de ayer en la telenovela Por ella soy Eva.
Para crear su personaje se requiere de un proceso de más de dos horas y de diez kilos que se echa encima en prótesis de silicón, que incluye senos que pesan tres kilos, cadera y glúteos, además de varias capas de vestuario que se complementan con dos fajas médicas, medias dobles, pestañas postizas, peluca y zapatos de tacón, entre otros.
Sin embargo, Camil es el más entusiasmado con este rol, pues, por primera vez un hombre actuará el 80% de la telenovela vestido de mujer, un desafío muy ambicioso.
“Me veo guapísima como mujer”, dijo entre risas: “De verdad no entiendo por qué las mujeres usan tacones. Duelen los pies tremendamente”, comentó al referirse a la mayor complicación que enfrenta.
En tono más serio Camil tiene claro lo que implica interpretar a una mujer frente a la cámara.
“La realidad es que es cambiar de mundo en todos sentidos, su sicología, sus movimientos y sus palabras, es único, no por nada son lo mejor del mundo. Es muy difícil ser mujer. Hacerlo en un escenario es un verdadero reto que no cualquiera está dispuesto a correr, porque lo haces bien y te dispara al cielo o se convierte en tu peor fracaso”, comentó.
“La realidad es que es cambiar de mundo en todos sentidos, su sicología, sus movimientos y sus palabras, es único, no por nada son lo mejor del mundo. Es muy difícil ser mujer. Hacerlo en un escenario es un verdadero reto que no cualquiera está dispuesto a correr, porque lo haces bien y te dispara al cielo o se convierte en tu peor fracaso”, comentó.
El actor de Regresa y 7 días tiene que aguantar todo ese peso y caracterización durante jornadas de 12 horas diarias, pero aseguró que el esfuerzo “vale la pena, porque a la gente le está gustando muchísimo”.
“El equipo de producción me dice que como un gesto de solidaridad van a llegar a la locación vestidos de mujer, pero yo no les pido eso, sólo les digo que intenten pegarse unas pestañas.
“Olvídate de la doble media, el calzón con nalga y cadera, la camisa de control, las bubis o el prostético: ¡Pégate unas pestañas!”, exclamó.
Esta nueva aventura televisiva ha permitido que Camil entienda muchas cosas sobre las mujeres, aunque precisó que siempre ha sentido una profunda admiración y respeto por ellas.
“Para mí la mujer es el invento más perfecto y maravilloso que puso Dios en la Tierra, pero (con este papel) entiendes cosas del maquillaje o por qué no caminan rápido. ¡Es por los tacones!”, concluyó Camil quien vio películas como Tootsie, con Dustin Hoffman, y Papá por siempre con Robin Williams como parte de su proceso de investigación para su personaje en Por ella soy Eva.
Metamorfósis
En la creación de Eva participan:
El caracterizador Jacobo Manzano, quien fue el “escultor” de los senos de silicón con peso de tres kilos y copa C.
A Manzano también le corresponde preparar el rostro para el maquillaje. “A mí me toca dejarlo en blanco”, lo que logra con ciertos adhesivos para ocultar cejas y vello de la barba.
La maquillista Dulce Flores, logra convertir a Camil en una atractiva mujer, con maquillaje ochentero y doble pestaña.
La peluquera Rebeca Ramos tiene lista una moderna cabellera rubia y larga. “Es de pelo natural, hecha a mano.” Se adhiere con pegamento “que el actor no aguanta mucho y se le tiene que quitar mientras come o cuando se traslada de una locación a otra”, dijo.
El vestuario fue obra de las diseñadoras Vanessa Vera y Lorenza Chavira, quienes explicaron que para ocultarle el vello de las piernas le ponen doble media, una especial para patinadores de hielo. Los zapatos fueron hechos a su medida.
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