Por Heidi Balvanera | Lunes 31 de octubre de 2011
Es increíble como en tan sólo un día, te cambia la vida…
Después de tanto esperar, por fin llegó Elena a nuestras vidas. Me da mucha risa porque estaba a unos días de nacer y ya estaba causando revuelcos… ¡Y eso que no es la de Troya! ¡jajaja!
Ya ven que en el embarazo se aconseja que hagas tu “plan de parto” con anticipación (tener todas las decisiones listas y preparar todo lo que pasará el día que des a luz), sin embargo hay que estar abierta a la posibilidad de que lo más probable es que las cosas no se desarrollen como pensaste y el plan cambie para darle paso a la vida misma y ¡eso fue lo que paso en mi caso!
El día que cumplí 40 semanas de gestación, mi doctora decidió que lo que más conveniente (tanto para la bebé como para a mí) era inducirme el parto. Así que el martes 25 de octubre en punto de las 8:30 am, Jaime y yo nos presentamos en el consultorio de mi ginecóloga, la Doctora Bermúdez, para que me realizaran una inducción.
Después de lo que pareció una consulta de rutina, regresé a casa a descansar. No fue sino hasta después de la 1 de la tarde que empecé a sentir mis primeras contracciones.
A las 2:30 pm salimos hacia el hospital Jaime, mi mamá y yo… Pobre Jaime… ¡Jajaja! desde la mañana (y una semana antes) estaba sumamente nervioso y creo que el tráfico de esta ciudad no le ayudó mucho.
Una vez que llegamos me pasaron a una habitación de labor, donde estaría hasta que fuera el momento de pasar a la sala de alumbramiento.
Para mi sorpresa, a estas alturas ya tenía tres centímetros de dilatación y casi no sentía dolor pero, poco a poco, mis contracciones empezaron a ser más fuertes y desde luego cada vez más dolorosas.
Lo que me ayudó a mantener la calma y a pasar cada contracción fue concentrarme y respirar profundamente, al igual que la ayuda y el apoyo de Jaime, que no se me despegó ni un sólo minuto. Su buen humor, dedicación, cariño y apoyo hicieron que afrontara el dolor llena de valor y fue así que la tarde se pasó volando.
Alrededor de las 6:30 de la tarde, y casi con cinco centímetros de dilatación, mi doctora me recomendó un bloqueo epidural.
Honestamente no lo había considerado y, hasta ese momento, no lo sentía necesario pero ¡creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida! Jajaja. Además de que previene que sientas el dolor EXTREMO, la epidural también puede acelerar la labor de parto y ayuda a tu dilatación.
Como quería (y tuve) un parto natural, la anestesia no puede ser absoluta, ya que es importantísimo que, a la hora del parto, la mamá pueda sentir cuando vienen las contracciones y la posición del bebé para pujar correctamente.
A las 8:45 pm me llevaron a la sala de parto, estaba con nueve centímetros de dilatación ¡y lista para empezar el trabajo de parto!
Después de mucho esfuerzo y la guía de mi maravillosa ginecóloga y el staff médico del Hospital ABC de Santa Fe, en punto de las 9:09pm nació nuestra bebita, pesando 3.9 kg ¡y midiendo 51 cm! ¡Créanme que en ese momento entendí porque mi doctora sugirió tanto la inducción así como el bloqueo! Qué chiquita mi niña, ¿verdad?
No saben que experiencia más conmovedora… ¡Todo! El equipo de la Doctora Bermúdez impulsándome, la mano de Jaime en mi hombro, escuchar el primer llanto de Elena y finalmente verla por primera vez sobre mi pecho fue tan intenso que no puedo revivirlo sin que se me llenen los ojos de lágrimas.
A todas las embarazadas quiero decirles que les espera una experiencia hermosísima, llénense de valor y ¡no le tengan miedo a la labor de parto! ¡Esos son el tipo de momentos que hacen de una vida algo extraordinario!
Quiero agradecerles a todos el haberme acompañado a lo largo de este trayecto. #CrónicasDeUnEmbarazo empezó con algunos tweets espóradicos y gracias a la confianza que me brindó Quién.com se convirtió en una columna de las más leídas de su portal. Ha sido para mi un reto de aprendizaje al igual que una muy grata experiencia. Sus comentarios y consejos me ayudaron mucho y me hicieron crecer. Ahora se imaginarán que sin embarazo no tengo más historias que contar, sin embargo hay otras crónicas… ¡Y ya tienen nombre y apellido! Espero que nos sigamos leyendo en donde sea que la vida decida llevarme.
Con cariño, Heidi.
Heidi Balvanera y Baby Creysi Collection ¡visten a tu bebé de Halloween!
FONTE : quien.com
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