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quarta-feira, 2 de setembro de 2009

LEP:críticas,aplausos,patadas y loas

Los exitosos Pérez
Horacio Villalobos
La trituradora/El Universal
01 de septiembre de 2009

El domingo pasado se transmitió el primer capítulo de Los exitosos Pérez, una serie que puede ser un gran éxito si Televisa y “la piadosa censura” no meten la mano

Lo anterior lo escribo, pues en el capítulo de estreno no permitieron que se viera un beso entre dos hombres (Jaime Camil y José Ron) y de seguir así las cosas, cambiarán muchas situaciones importantes en la trama, por considerar que el público mexicano no puede, ni debe verlas.

Los exitosos Pérez nos cuenta la historia de dos presentadores de televisión: Martín y Sol (Jaime Camil y Ludwika Paleta) que supuestamente son pareja, cuando en verdad él es homosexual y ella se presta a la farsa con tal de seguir triunfando en la pantalla.

Cuando Martín cae en coma por una pelea con Franco (Rogelio Guerra), dueño de la televisora, para la buena suerte de Franco, aparece accidentalmente Gonzalo González (también Jaime Camil) un actor idéntico a Martín, que es perfecto para suplantarlo.

Con el correr de los días Gonzalo, representando a Martín Pérez, empieza a conocer el verdadero mundo del famoso hombre que sustituye y a la mujer que supuestamente es su esposa, por la que además se siente profundamente atraído.

Esta trama aunque es bastante similar a la de la telenovela El hogar que yo robé y a la de la película: Dave con Kevin Kline, para el momento actual que vivimos en la televisión abierta, es verdaderamente una bocanada de aire puro, pues el tono de comedia, la producción argentina y las situaciones que presentan se alejan de los programas que normalmente ofrece Televisa.

Por eso es muy triste que en el primer episodio, la garra de la censura estuvo presente, al no permitir un beso entre dos hombres, que estaba totalmente justificado y no debería ofender a nadie en pleno siglo 21. Lo curioso del caso es que la misma televisora nos muestra sin recato: violencia, prostitutas disfrazadas de actrices y conductoras, personajes que fomentan la homofobia, narcotráfico, corrupción, ex convictas que cantan y otras monerías sin ningún problema, pero un beso gay, parece que les produce conflicto a ellos o a los anunciantes.

¿Hasta cuándo la doble moral y los complejos personales van a afectar el contenido de las historias diseñadas supuestamente para un público adulto? ¿Cuándo van a terminar de tratarnos como tarados? ¿Cuándo van a dejar de abordar el tema de la homosexualidad como un chiste de carpa para darle un sentido real? ¿Llegará el día que seamos adultos en la televisión mexicana? ¿Algún día entenderán los valores que tanto difunden?

http://www.jaimecamil.com.br/

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