FOTOS INÉDITAS DE @JAIMECAMIL EN LA PORTADA DE LA WEB
Jaime Camil, un
actor al alza
Si de
algo está seguro es que su aspiración artística navegó a
través del cordón umbilical. Para Jaime Camil su razón
de ser estaba en el entretenimiento. No quería ser un
hombre de negocios. Su pasión estaba en el radio, la
televisión, la música. Demostrar que no estaba
equivocado fue un camino largo y complicado. Se lo
demostró a su padre, y a los que le cerraron la puerta
en la nariz.
Hacía
muchos años que en la televisión nacional no se veía un
éxito tan inusitado como el que ocurrió con La fea más
bella, franquicia de la telenovela colombiana Yo soy
Betty, la fea, que en México rompió record de audiencia.
Un hecho que puso la carrera de Jaime Camil en una
posición privilegiada. Su situación lo es por donde se
guste mirar. No tiene exclusividad con ninguna
televisora. Trabaja por proyectos y eso le da la
libertad de escoger lo que considera mejor para él. De
alguna forma, también cumplió el sueño de su padre:
convertirse en un exitoso empresario, la diferencia es
que el producto es él mismo.
Asegura que pudo terminar la carrera de Administración
de Empresas, que estudiaba en la Universidad Anáhuac,
pero no lo hizo por rebelde, aunque asegura que pudo
acabar, “no
quise nunca estudiar administración, fue como una
presión de mi padre”.
Para ese momento, quería estudiar música,
“pero mi papá se puso como
loco, de que yo tenía que estudiar una carrera sólida,
que no podía estudiar una carrera de vagos”.
Lo que sucedía es que Jaime había logrado colarse en la
radio, en Grupo Imagen, y como él cuenta, era el “gato”
de Martín Hernández en Radioactivo en el 98.5. “Era
el gato de todos, les iba a comprar los refrescos, yo
les patrocinaba las pizzas”.
Dentro
de lo posible era responsable con el dinero de su padre,
pero no niega que por estar y ser parte de un medio, le
“metió unos golazos” a su tarjeta. Fue esa disposición,
que luego se convirtió en editor de la estación, narraba
desde alguna locación y hacia todo lo que podía, hasta
que conoció a Beatriz Acevedo, quien empezó a producir
televisión. Decide irse con ella. Para ese entonces una
recién TV Azteca, a cargo de Raúl Salinas Pliego,
compró su paquete de programas. En uno de ellos iba, El
show de Jaime Camil. Era el año de 1995. Al siguiente,
estrenaba Qué nochecita con Jaime Camil.
Ante una mayor carga de compromisos de trabajo, Jaime se
vio obligado a tomar una decisión definitiva e
impostergable. Quería dedicarse por completo al
entretenimiento y quería dejar la carrera. Para entonces
era novio de la cantante Thalía y fue ella quien lo
animó a que hablara con su padre. Así lo hizo.“Le pedí una cita y mi
papá pensó que le iba a decir que Thalía estaba
embarazada”. Un
momento que recuerda a carcajadas. Pasado el susto, el
hecho, de alguna forma ayudó a que su papá no encontrara
tan mal el que su hijo quisiera ser artista. Seguro era
preferible que fuera actor, que padre prematuro.
Sin embargo, lo decisivo fueron las palabras de Jaime.“Quiero ser
artista y quiero que entiendas que un día tú me dijiste
que los hombres teníamos que sentir la satisfacción por
el trabajo, como los niños la sentían por sus juguetes,
y yo siento eso cuando estoy en el medio artístico. Me
dio todo su apoyo y todo su cariño, no todo su dinero”.
Casi todo mundo pensaba que su padre le había
patrocinado la carrera, pero no fue así. Sólo le
impregnó un sentido de excelencia, y como dice, “a la
vez me puso un gran peso encima”.
La
actuación por instinto
El
sueño de Jaime estaba en la música y ya había logrado
firmar con EMI la producción de su primer disco Para
estar contigo. Reconoce que al principio no sabía qué es
lo que estaba buscando,
“no sabía qué grababa, cantaba lo que me decían eran
canciones pegajosas. Estaba buscando algo muy efímero y
muy poco transcendental, quizá estaba buscando, en la
juventud y con la poco experiencia, que me gritaran las
fans”. Fue como el
recuerda, el sentirse como un niño al que le abren la
puerta, luego de ocho horas en carrera. Salió corriendo,
tenía el camino libre, ya no tenía que ser empresario, y
como a cualquiera,
“no sabes lo que está pasando”.
Es
hasta ahora, con su Volumen III, que se siente a gusto
con lo que desea hacer en la música, sin embargo, fue
con la actuación que encontró su lugar, y una de la
personas que le dio la oportunidad de su vida fue
Lucero, quien lo recomendó con la productora Carla
Estrada, quien le dio un papel en la telenovela Mi
destino eres tú,“una novela que no vio nadie, ni Carla Estrada”,
el mismo Jaime lo cuenta de manera irónica. Pero fue el
primer paso y como tal el más importante.
Así como hubo personas que lo apoyaron y fueron de
alguna manera sus guías, también se topó con gente que
le cerraron las puertas.“Sabían quién era mi
padre y ellos en su mente, pensaban que iba a llegar un
junior mamón insoportable, que su papi le pagaba la
carrera; ya estaban predispuestos a eso, entonces tenían
que darme una lección de entrada. Curiosamente es a toda
esa gente a quien está más agradecido, “porque por unas
aprendes a ser un ser humano con mucho mayor fortaleza y
con mucha más experiencia de vida”.
Jaime Camil no tiene experiencias de las cuales se
sienta arrepentido, para él todo ha sido parte de un
aprendizaje. Ha crecido y madurado. No sólo como hombre,
también como actor. Sin una preparación formal, se
considera afortunado por ser un“working actor, no un
actor que no hace nada, que cómo le hace de tos para
seleccionar proyectos”.
Pues la maduración se la ha dado
el trabajo en el cine, el teatro, la comedia musical, la
televisión. “Soy
un actor que trabaja y el actor que trabaja tiene mucho
oficio, crece mucho y aprende mucho”.
Por su cuenta a buscado apoyo de profesionales en acting
coach, como Larry Moss, lo que le ha ayudado a entender“que quizá lo
que tienes por inercia o por añadidura en tu sistema no
estaba tan equivocado; como que los cursos te comprueban
si tu instinto era el correcto o equivocado”.
En su caso se trata de un estilo de actuación donde
predomina la comedia. Luego del éxito de La fea más
bella, quedó establecido. Su lugar está en el sitcom,
gracias también a su personalidad, y asegura que“el timing de comedia
es un regalo que me dio Dios, no puedo atribuírselo a
nadie más, más que un rollo divino, que gracias a Dios
lo traigo en la sangre”.
Luego
del éxito de la telenovela, sus siguientes trabajos han
ido por la misma línea. Actualmente se encuentra en
Argentina, realizando Los exitoso Pérez, que no es su
único trabajo. En este febrero se estrena la cinta
Regresa y en planes aún tiene mucho por llevar a cabo.
Cortometrajes, promoción de su disco, películas, y la
búsqueda de la internacionalización son tan sólo algunas
de las cosas que tiene en su agenda, la misma que él
controla.
Es
un hombre determinado a llevar su carrera al mejor lugar
y se aferra a la perfección. Exige la misma energía a su
equipo de trabajo y a la gente que lleva sus relaciones
públicas. Así es su negocio.“Soy un poco un mucho
obsesivo-compulsivo, creo que no soy clínico, creo que
no debo de tomar pastillas, pero definitivamente tengo
una problema de compulsión, soy extremadamente exigente,
porque soy muy exigente conmigo mismo”.
Irónicamente se describe como “muy empresarial”. Sus
hemisferios los tiene muy bien localizados. Uno
pertenece al lado de su padre, el del empresario, y el
otro de su mamá, “esta artista loca por la vida”. Uno
combinación que asegura le permite entender que se trata
de un show business,“tengo la bendición de
entender esa división perfecta, de que es un show
business y definitivamente, me veo a mi como un
producto”, y lo dice
con humildad, como alguien que tiene sabe que en su
personalidad está la imagen o el papel que empresas o
productores están buscando, y que además será un éxito.
¿Quién es?
Jaime
Federico Said Camil de Saldaña Da Gama
Edad: 36 años
En el mundo del entretenimiento lleva alrededor de 17
años, en los cuales ha participado en cinco telenovelas,
de las cuales tres han sido muy exitosas (La fea más
bella, Las tontas no van al cielo y Los exitosos Pérez).
En cine ha realizado 14 películas, e igual número de
conducciones en diversos programas y eventos. Finalmente
ha participado en siete obras de teatro, y grabado tres
discos.
Fuente: Revista Líderes Mexicanos, Febrero 2010
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